Cosas de minitas
Por Vero Benitez
Minitas, minitah. En nuestro lunfardo podemos encontrar este término que se ha ido modificando a lo largo de los años. Usado en 1900 en las letras de tangos argentinos, pasando por un proceso de modificaciones propio de las lenguas artificiales hasta desembocar en “minitah”, sociabilizado en un famoso programa de humor de Peter Capusotto.
¿Qué es hoy una mina, una minitah? Las definiciones hacen referencia a la mujer. Depende el enfoque se la describe como una joven de 20 años de edad aproximadamente, con determinadas cualidades físicas, de vida sexual acelerada. Sus gustos con respecto a la vestimenta, la música, la comida se encuentran también estereotipados.
Con respecto al intelecto las minitas no piensan, a lo sumo le pueden pedir que se ocupe en cuidar y mantener su imagen estética, su físico, que no hable o lo haga lo menos posible, que sea dulce, delicada, “femenina”. Así de este modo responde completamente al prototipo de mujer que necesita el macho, el macho argentino.
En los sketch de Capussotto la minitah es completamente fálica, pregunta dónde está la parada de colectivo porque tiene ganas de cogerse al tipo que le consulta. Revisa el celular buscando a qué chongo llamar. Si abre la boca para mandar un audio en realidad lo que quiere es hacer sexo oral, porque la minitah siempre es pensada en función del deseo del varón hetero cis. Esa es la minitah, la putita que está para dar placer. “Estoy con una minita”, “me estoy cogiendo una mina”, “no sabes lo que son estas minitas, la pones seguro”.
La minita hace por supuesto, cosas de minitas. Se compra ropa, va al esteticista, invierte en estilistas, se hace las uñas, te come la billetera, se parece (o intenta) a esos cuerpos hegemónicos que vemos en los medios de comunicación. La mina cuida hasta enfermarse que su cuerpo no tenga kilos de más y responda sexualmente. No importa cuándo , cuánto o cómo quiere tener sexo . Porque el deseo está allá, no acá.
Luciana Peker, en el libro “Putita Golosa” irrumpe y de algún modo nos acerca o nos reconcilia con esa mina que nos impone el patriarcado. La miramos desde otro lugar, no existe un cuerpo, existen muchos cuerpos, no existe EL feminismo, existen diversos y múltiples feminismos. Y también existe el deseo, existe el placer y existe el goce. Los feminismos democratizan el goce de la mujer y los géneros existentes, rompe con los binarismos. O somos unas minitas o somos unas señoritas, o somos unas chicas bien o somos unas putitas. Eso se derrumba y se cae a pedazos, somos todo eso y somos mucho más. No entramos en etiquetas, no entramos en los talles que nos ofrece la industria de la moda y no entramos en estereotipos de géneros, menos si son binarios. Hablamos de empoderamiento y hablamos de resignificación.
En un sistema que oprime, vigila, castiga y disciplina constantemente; los feminismos se levantan desde todos los lugares posibles y existentes (y si no existen lo inventan) para poner de manifiesto lo que en realidad somos, lo que queremos, lo que pensamos, lo que deseamos. No tiene que ver con lo que nos impone la cultura patriarcal capitalista, para nada. Ese monopolio del poder simbólico que nos impusieron no es representativo de las mayorías.
Nestor Garcia Canclini, en su libro “La producción simbólica” establece que las relaciones simbólicas son relaciones de poder y que estos sistemas simbólicos no pueden reducirse al poder y al orden social sino que también se debe tomar en cuenta al arte como condición de las representaciones sociales . “El arte es una manera de imaginar lo posible. La obra artística suele vincularse con lo real a la vez como representación y como simulacro,proyección de conflictos y posible solución”, afirma el autor.
De este modo, el arte como una forma de representar el mundo y como una manera de imaginar lo posible, también es una capacidad de la actividad política. Así, los movimientos de mujeres y los diversos feminismos se expresan casi como un acto de rebeldía al orden hegemónico a través de las fotografías, las ilustraciones, las pinturas, los dibujos, la escritura, la música. Encontramos activismos que van desde el cuerpo, cuerpa, cuerpx hasta la alimentación como un modo de expresión política para repudiar un sistema que nos oprime y que nos mata.
En Mendoza encontramos ilustradoras como Línea Gorda, fotógrafas como Chica Galáctica y Joe Polenta, dibujantes como María Luisa Nasif e innumerables personalidades que se expresan por medio del arte.
Línea gorda hace un par de años comenzó a volcar sus convicciones políticas en las ilustraciones como forma de expresión. “Una idea, un pensamiento dibujado llega a diferentes espacios y lugares físicos impensados a través de la vorágine de las mismas redes sociales”, comenta Elena Visciglio Diseñadora Gráfica, creadora de las ilustraciones.
Elena considera que “desde el arte el desafío fundamental de ilustradores y fotografes es pdoer representar lo que los medios hegemonicos no hacen, la visualización de diferentes cuerpos y sus problematicas sociales de discriminación y falta de empatia por las distintas industrias, el cuerpo deja de ser objeto y se convierte en un ser político manifestante”.
Y así, en esta construcción de feminismos múltiples adoptamos y nos identificamos muchas y muches con el feminismo popular. Ese feminismo que no puede entender por separado la perspectiva de género y la perspectiva de clase. Entonces, nos encontramos con representantes de este feminismo en la calle luchando por las víctimas de violencia de género, los femicidios, la pobreza, la represión y la protección de los recursos naturales. Es un movimiento político amplio, inclusivo, solidario.
Las minitas estamos en la calle pateando el tablero, porque acá se baraja y se da de nuevo. Nos organizamos, no expresamos, nos cuidamos, nos planteamos desde diversos lugares qué pasa con nuestros cuerpos, con nuestro deseo. ¿Quién crea las representaciones sociales y mediáticas en este sistema? El poder hegemónico. Entonces, quienes hacen la revolución para deconsturir y recosntruir estas mismas? Esas que vos llamas minitas.
* Ilustracion Principal: Línea Gorda