SIGA, SIGA…

SIGA, SIGA…

Por Marcos Jesús García.*

 

Aislamiento voluntario. ¿Para quiénes? Para el que pueda quedarse en su casa, al mozo de un bar no se le pregunta. Hasta reconocen que hay circulación del virus, en ese mismo Gran Mendoza el virus convive por las calles con los jóvenes que cobran el estacionamiento medido (trabajando a comisión, porque sino no tienen ingresos). Convive con el turismo interno, que aumenta la circulación. Coexiste con la apertura de bares y restaurants, día del amigo mediante, con reservas a tope en muchos lugares.

Y lo más importante, convive con la irresponsabilidad de un gobierno provincial que prefiere no pagar los costes de decir no. Porque tiene visión cortoplacista, porque teme el descontento de los dueños de bares y restaurants de la Arístides, algunos de distinguida prosapia. Falta valentía. Se deja a los jóvenes que, por la omnipotencia propia que se siente a cierta edad, posiblemente terminen exponiéndose (y con ello a sus familias) en la redenominada semana de la amistad. Al que, por falta de información, por prepotencia o por un golpe de la mala fortuna pueda encontrarse con la enfermedad.

No sería más prudente, cerrar bares, restaurants, parar el turismo interno y algunas otras actividades no esenciales (o al menos incrementar los controles de los protocolos, que brillan por su ausencia). Disminuir la circulación, en fin. ¿Voluntario? Y desde la política y lo fáctico que señal se da, que mensaje se genera, quédate en tu casa si podés y querés, sino salí. Ni la idiosincrasia del argentino promedio ni el cansancio tras 120 días de ASPO, seguido de DISPO, indicaría un acatamiento tal como si fuéramos escandinavos u orientales. Un líder debe conocer a su pueblo, en el gobernador parece primar la ignorancia. O pregunto ¿Tendrá también temor a la reprimenda de su correligionario independentista Alfredo Cornejo? ¿A qué la encuesta del MDZol lo desapruebe? ¿A qué los empresarios del turismo y la gastronomía se enfaden?

Gobernar implica elegir, parece que Suárez ya eligió. Eligió que todo siga, la circulación de personas y la del capital. Llama con tibieza a un aislamiento voluntario, cuando el tiempo y la situación demanda decisiones firmes y audaces. Dice que es para garantizar fuentes de ingresos, pero ¿A qué nos exponemos a cambio? Poncio Pilato se lavó las manos, creería que el gobernador también. La responsabilidad es de ustedes deslizó a la población, pero el jueves sus ministros en una conferencia donde no se anunció nada, prácticamente se rieron del único intendente (del Partido Justicialista cabe la aclaración) que decidió preventivamente cerrar bares e impedir el turismo interno. El poder está para ejercerlo, para hacer uso de él. Complacer a todos no siempre es posible, en esas coyunturas críticas queda expuesta la naturaleza, los intereses, las ideologías y los valores de los que gobiernan.

Quedaría tiempo para pensar medidas audaces para sostener ingresos, impedir destrucción de capital o permitir pronta recuperación pasado el temporal. La pandemia es global y sentiremos sus efectos. Audacia, innovación, solidaridad son respuestas apropiadas en la emergencia. Hay municipios del Gran Buenos Aires (entre los que se encuentra el Vicente López de Jorge Macri) que han impuesto tasas extraordinarias del 20% a los ganadores relativos de la pandemia, subrayó lo de relativos, farmacias, bancos o superficies comercializadoras de alimentos y bebidas están en el listado. Así pueden sostenerse algunas transferencias por parte del Estado a los más perjudicados, en fin, solidaridad intra- clase es lo que se les exige en estos casos. La audacia, hasta ahora, no forma parte del léxico del gobierno provincial.

Siga, siga… después veremos, tal vez apelando a un toque de suerte porque este virus si algo tiene es que desafía los paradigmas newtonianos de causa- efecto rígidos. Más bien, hay que pensarlo con una lógica cuántica, la incertidumbre y la complejidad reinan, puede ser gol en contra (saturándose el sistema de salud) y/o puede pegar en el palo. Por mientras, Rodolfo Suárez, su gabinete y la coalición cambiemita prefieren encarar un experimento social, jugando con cosas que no tienen repuesto.

PD: Los que son oposición y se jactan de su cercanía al ejecutivo nacional, este sería un momento oportuno para hacer valer esos contactos.

*Sociólogo y Doctor en Ciencias Sociales

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