SALUD MENTAL EN TIEMPO DE PANDEMIA

                        “la salud mental va a depender de la apuesta creativa que hagamos en la forma de vincularnos en el después”

Lic. Karen Rodriguez

 

Esto quiere decir que por ahora se ver fuertemente interpelado  el vínculo que tendremos de ahora en más. Esta medida de distanciamiento social que nos es impuesta para cuidarnos es una novedad para nosotr@s  los y las argentinas. Donde podemos pensar que las costumbres centrales son la muestra de afectos, las reuniones, los abrazos, los besos etc. Esta medida tuvo un gran impacto en la primera etapa del aislamiento donde muchos sujetos quedaron inmersos en la inmensidad de la angustia sin poder ponerle palabras a lo que estaba sucediendo. La única certeza que nadie nos podía sacar era este malestar que se tramitaba en el cuerpo.

Muchos de nosotros empezamos a sintomatizar en el mejor de los casos insomnio, migrañas, sueños reiterados, gastroenteritis, etc. Y digo en el mejor de los casos porque esto significa que el sujeto con su economía o recursos  psíquicos ha podido tramitar  esa angustia que a partir del síntoma fue acotada o localizada allí permitiendo alguna explicación de lo acontecido, referenciando su malestar. En otros casos se disparó esta angustia llevándola a la rumiación constante de ideas y pensamientos de un porvenir catastrófico donde el mundo se iba a acabar o donde esta idea de muerte inmediata nos acechaba. Allí es donde juega un papel fundamental el acompañamiento de la psicología como parte de las políticas de salud.

Y digo como parte de las políticas de salud donde nadie le da prioridad porque no entra en la lógica hegemónica médica donde se le da prioridad al organismo y no al cuerpo. Hago paréntesis para diferenciar que el organismo es aquello donde interviene el médico pero el cuerpo es aquello en donde circula la psiquis. Por lo que en nuestro sistema de salud la psiquis es lo último en la atención sin tener en cuenta que muchas personas sufren no solo angustia sino padecen graves trastornos mentales. Por lo que se vuelve un privilegio solo de algunos el poder acceder a un acompañamiento online de su analista en este contexto.

Hoy nos encontramos en otra etapa de la cuarentena en donde ya no se habla de manera compulsiva sobre el virus. Hoy ya se puede hablar de otra cosa y hablar de otras cosas es saludable cuando la cosa circula por diferentes lugares, habilitamos  la energía psíquica para que circule y no se quede varada en lo mismo. Por ejemplo se comenzó a hablar de sexo virtual lo que me parece excelente  porque tiene que ver con libidinizar, poner la energía allí afuera, como una apuesta al erotismo, se empezó a hablar de cómo vamos a hacer para relacionarnos a la  distancia sin las antiguas costumbres argentinas. Y allí se abre un espacio donde se pone en juego los recursos de cada sujeto para inventar y crear formas como el coqueteo de miras, las señas con el lenguaje corporal, la palabra como medio fundamental.

Los vínculos a lo largo de la historia se han ido modificando y tenemos la flexibilidad como ser humanos de crear, recrear, y transformar las formas de relacionarnos. Es un desafío que nos toca afrontar hoy en donde no se debe confundir la ausencia de la presencia con la presencia de manera distante.

Por lo que es importante que respetemos nuestros tiempos subjetivos y  no nos quedemos en una posición melancólica de lo que perdimos o de lo que perderemos sino hacer un duelo de aquellas formas de relacionarnos como se pueda, sin presiones por accionar de manera precipitadas para quitarle certeza a esta angustia. De ahora en adelante nos toca pensar de qué manera recuperar el deseo por la vida, la vida por fuera de la autoconservación.

Lic. en Psicología Karen Rodriguez

Mat.3555

 

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