El 16 de setiembre de 1955 la “Revolución Libertadora” derrocó al gobierno de Juan D. Perón. Un gobierno que había sido elegido en 1951 por el 63% de la población, llegaba a su fin de una manera violenta y totalmente anti democrática. En la embajada paraguaya a punto de partir el General Perón dijo: “Mire mi hijo, entre la sangre y el tiempo, prefiero el tiempo. Si he sido malo no volveré, pero si he sido bueno voy a volver”. Y así sucedió, volvió, volvimos.
Pero así como retorna este movimiento político y este sentimiento que alimenta nuestra pulsión de vida, podemos afirmar que también retorna la tristeza, el odio, la desesperanza y la pulsión de muerte. Casi como una película que conocemos el final pero no podemos dejar de ver. Los ladrones de sueños y de ilusiones también vuelven. Y de qué manera sobrevivimos? Porque supongamos que es así, que cada momento, cada acción, cada emoción se repite infinitamente, de qué manera sobrevivimos en el proceso?
El peronismo nos enseñó a vivir y a sobrevivir, lleva en su genética la vanguardia y la retaguardia. En cada momento histórico desde su surgimiento ha encontrado una manera de subsistir y de reinventarse. Es un movimiento político que ha logrado actualizar su doctrina, ha logrado construír bases organizativas que cuando arrasó la peor oscuridad de la historia, quedaron encendidas por doquier.
Retomando a Nietzsche, en su obra Así habló Zaratustra el protagonista descubre esta visión del tiempo y queda desmayado por la impresión. Zaratustra despierta después de siete días de inconsciencia y sus animales lo halagan diciéndole que es el maestro del eterno retorno de lo mismo. Sólo a través de la comprensión de que el eterno retorno incluye tanto los fracasos como los éxitos logra despertar del estado de trance en el que está, sabiendo que, aunque el hombre vuelva a ser mono, nuevamente Zaratustra aparecerá para predicar el Übermensch (superhumano o suprahombre), nuevamente se dará cuenta de lo que es el eterno retorno y nuevamente despertará.
Así, cuando en determinados momentos historicos parece que el pueblo duerme o se encuentra en un estado de trance frente a las adversidades que lo lastiman, un dia se despierta y retorna el camino del éxito, de la liberación, del superhumano, el peronismo. Peron nos enseñó que entre el tiempo y la sangre, preferia el tiempo. Y asi es.