PRESIDENTA TA TA TA

“El movimiento feminista se ha convertido en un sujeto histórico determinante. Miles de mujeres e identidades disidentes se incorporan a la vida política desde diferentes lugares, con nuevas consignas y banderas que van emergiendo en la coyuntura actual”.

Por Vero Benitez

La libertad es fanática. En la revolución francesa los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad fueron los pilares fundamentales para dar inicio a un nuevo orden mundial, una nueva concepción de la vida civil y de la vida política. En la declaración la revolución difundió por el mundo estos ideales, así como el de la soberanía popular; y divulgó, primordialmente el conocimiento de los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano.

En cuanto a la participación de las mujeres en la revolución fue intensa. En los medios populares, la mujer luchó por su condición social y económica. En otros sectores más privilegiados, es decir en el seno de la burguesía, las luchas estaban relacionadas con las reivindicaciones de índole político. Con respecto a esto último, las mujeres encontraron algunos aliados como Condorcet quien planteaba la admisión de las mismas en el derecho a la ciudadanía.

En un fragmento de su discurso, el marqués reflexionaba: “¿No han violado todos los hombres el principio de igualdad de derechos al privar, con tanta irreflexión, a la mitad del género humano de concurrir a la formación de leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del derecho de ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que crea el hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de invocar el principio de la igualdad de derechos (…) y olvidarlo con respecto a doce millones de mujeres?”.

Por su parte, una de las primeras feministas y activista política francesa Olympe de Gouges, escribió en 1791 uno de los textos más importantes de la historia, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, en respuesta a la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Así mismo, en su lucha incansable se enfrentó a Robespierre, situación que le costó el repudio y la condena a muerte.

 

Mujeres de la Revolución Francesa

Cito este hecho histórico que fue un antes y un después en la historia civil, política, económica e ideológica de la humanidad para contemplar una de las tantas luchas que dieron las mujeres en total desigualdad. Esas las luchas que damos, los costos y resultados que tienen. Resultados favorables para la inclusión de las mujeres en la vida civil, en la participación política y en el ejercicio de los derechos de ciudadanas.

En Argentina con la aprobación del voto femenino en 1947 gracias al trabajo de muchas compañeras y a la voluntad y decisión política de Eva Perón y el entonces presidente Juan Domingo Perón, la realidad política cambió rotundamente. Se garantizó el voto a todos los sectores sociales, sin importar la condición de género y de este modo, también se incorporó a las mujeres al ejercicio de la vida política.

En el año 1949 se crea el Partido Peronista Femenino, en el año 1951 por primera vez pueden formar parte de listas legislativas todas las mujeres de diferentes fuerzas políticas. El dato curioso es que la única lista que llevó mujeres, que luego asumieron en sus bancas legislativas, fueron del Partido Peronista. Si realizamos un revisionismo histórico en conquistas de derechos quizá el dato no sea tan curioso.

Argentina ha sido ejemplo en Latinoamérica y en el mundo en materia de inclusión de derechos. La actividad política y los movimientos políticos y sociales han tenido un rol fundamental en la construcción de una patria justa, libre y soberana. El movimiento obrero, les estudiantes, las mujeres, les jóvenes han sido actores fundamentales de los cambios y las transformaciones de nuestro país.

En esta democracia que supimos recuperar y que supimos construir, con pilares fundamentales como la Memoria, la Verdad y la Justicia el movimiento feminista se ha convertido en un sujeto histórico determinante. Miles de mujeres e identidades disidentes se incorporan a la vida política desde diferentes lugares, con nuevas consignas y banderas que van emergiendo en la coyuntura actual.

La revolución de las hijas

¿Qué rol tienen les jóvenes y las redes sociales en la actualidad, en la vida política? ¿Cómo se entrelaza con los feminismos? Desde una perspectiva histórica, estaríamos ante la cuarta ola del feminismo. La misma está marcada por el uso de las nuevas tecnologías como las redes sociales para promover la lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia de género.

En la función de viralización, las redes sociales cumplieron un importante papel como herramienta para evitar a los gatekeepers de los medios de comunicación tradicionales, generalmente dominados por varones. Esto permitió que las participantes de las diferentes acciones pudieran hacer llegar su mensaje sin ningún tipo de filtro.

 Del mismo modo, la concienciación feminista de las personas individuales, los relatos personales de famosos mediante el movimiento #MeToo o los casos de violencia de género que saltaron a la opinión pública generaron empatía e identificación con miles de mujeres. En nuestro país está el ejemplo del caso Thelma Fardin y la consigna #MiraComoNosPonemos.

De ahí en más, las marchas y las consignas expandidas por las redes sociales, tomadas por organizaciones sociales, políticas, sindicales y artísticas en todo el mundo no cesaron. Por el contrario, reforzó y aumentó la participación de mujeres y disidencias logrando posicionar como actores sociales y políticos a les influencers.

En Mendoza tomamos la posta y observamos diversos espacios feministas desde Ni Una Menos hasta organizaciones políticas, sociales y sindicales que se identifican con los feminismos. Contamos con dirigentas en los centros de estudiantes, las uniones vecinales, los partidos políticos, las universidades, los sindicatos, las organizaciones sociales, las organizaciones ambientalistas y en el mismo Estado.

A su vez, también llegamos a las redes sociales y ciento de influencers ponen en discusión temas de la agenda pública, política y mediática. Lo que parecía un medio banal para reforzar el narcisismo e individualismo, por momentos se transforma en una herramienta colectiva, de solidaridad y de sororidad. Victoria “Tori “Coria tiene 20 años, es militante feminista y  participa de modo activo en las redes sociales. Cuando hablas con ella una de las cosas que más resuena es “voy a ser presidenta”. Sí, es influencer, militante, mujer, joven y tiene como proyecto de vida, un sueño político.

Hay quienes piensan y nos hacen creer que estamos frente a una juventud inerte, vacía, perdida. Hay quienes criminalizan a les jóvenes con sus políticas represivas y de persecución y hay quienes dentro de la política les da derechos, les da lugar y por sobre todo, les da esperanza.

La Tori nos cuenta que participó en el centro de estudiantes del colegio Martín Zapata, fue presidenta del Club de Naciones Unidas, en la universidad milita en un espacio peronista kirchnerista llamado “Octubre Popular”, y con mucho orgullo y alegría relata que asiste a todas las marchas feministas. Es una joven con ideales y convicciones firmes, trasgresora para quienes fuimos adolescentes y sabemos lo que significa tomar posiciones políticas en edades donde quizá lo socialmente permitido no pasa por ahí.

Tori Coria

Pero somos quienes pensamos que la política es el mejor lugar para las, los y les jóvenes. No nos cansamos de repetir eso, entonces también acompañamos y hasta admiramos esa maravillosa juventud. Cuando le preguntaba a Victoria qué pensaba del uso de las redes sociales, contaba que son lugares para interactuar, contar experiencias, brindar información sobre diversos temas y problemáticas que les pueda interesar a les pibes de su edad. Son herramientas que también se utilizan para asesorar, acompañar, organizarse.

“Sin las redes sociales no sería quien soy”, afirma Tori haciendo referencia a su popularidad entre sus pares. Reconoce que a las cuestiones de género le sumó cuestiones políticas, posicionamiento que no fue gratuito. Múltiples insultos y hostigamiento suele recibir de usuarios de las redes que no solo no coinciden sino que repudian sus dichos y pensamientos. Nada nuevo bajo el sol.

Tori Coria milita desde los 14 años, ha experimentado la violencia simbólica y la violencia política muchas veces en su corta edad. Se me viene a la cabeza una generación de jóvenes que participaba en la política, que creía en un mundo mejor y eso le costó la vida. Se me viene a la cabeza porque salvando las distancias, es una responsabilidad y una obligación de toda la sociedad garantizar el ejercicio de los derechos civiles en democracia, sin violencia y en libertad.

Cuando una joven dice que quiere ser presidenta de la Nación representa a todas las mujeres que quieren ser presidentas, de la Nación, del centro de estudiantes, de la fundación, de la unión vecinal, de los partidos políticos, etc. Queremos muchas presidentas, queremos mujeres decidiendo, colaborando, trabajando, comandando, conduciendo. Queremos mujeres participando en espacios libres de violencia.

Basta de rellenar lugares, eso es anacrónico. Hay que celebrar que existan Toris y que existan muchas compañeras más que se animen a soñar y a decirlo. Hay que ponerlo en palabras, aunque algunos se resistan a este nuevo sujeto y a este nuevo paradigma que se plantea desde los feminismos. Como dijo Cristina hace poco en el senado, “soy presidenta ta ta ta”. Por si queda alguna a quienes dicen que nos queremos parecer a los varones hetero cis. No muchachos, la lógica machista patriarcal fracasó. Queremos presidentas.

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