“la urgencia es ese imposible de soportar para el sujeto”
Lic. Karen Rodriguez
La urgencia es un término que se toma prestado de la medicina pero aplicado a la psicología para hablar de aquellos estados emocionales donde un sujeto sufre alguna ruptura con el mundo que lo rodea. En este contexto de pandemia, se han visto consultas frecuentes por urgencia psicológicas.
En la urgencia, el sujeto que se encuentra en una situación o momento de su vida donde algo le es imposible de soportar. En ese momento siente que no encuentra coordenadas que lo orienten hacia dónde dirigirse. Muchas veces se sufre una ruptura con la realidad donde se desencadena una falta de sentido por la existencia del sujeto en el mundo.
Esto es una generalidad como para bordear el tema de la urgencia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el sufrimiento de cada uno es propio y a la vez muy particular, es decir, no existe una regla general para todos los sujetos, pero es importante darse cuenta cuando es imposible soportar algún padecimiento.
El sufrimiento tiene diversas maneras de manifestarse y para cada uno el umbral de dolor de ese malestar es diferente, por lo que es importante poder hablar con otro y decir qué es lo que pasa o pedir ayuda en caso de no “dar más”, esa expresión famosa en consultorio. De esa frase se desprenden varias como por ejemplo “no quiero vivir”, “estoy cansada”, “no puedo con todo esto…”, “me cuesta vivir”, etc. Es interesante que de estas frases se desprendan historias de vidas que permiten dar cuenta la historicidad de ese sufrimiento. Esta historicidad al momento de la ruptura con la realidad del sujeto se pierde y este se ve inmerso en un mar de angustia. Siempre me gustó el ejemplo de la película “El náufrago”, donde éste se larga a mar abierto y queda a la deriva. Es por esto que él inventa a una ficción (Wilson) que le sirve en el mar abierto para no perder el sentido y tener un propósito. Esta ficción es necesaria en la cotidianeidad para establecer coordenadas que nos orienten. Es así que el trabajo terapéutico, en un estado de urgencia psicológica consta de poder construir una prospectiva para que este sufrimiento pueda acotarse y se logre transitar la continuidad de la vida.
La urgencia se da de la mano del tiempo, el sujeto cree que el tiempo no le basta, no le alcanza, o que se le acabó. Hay algo que siente que tiene que hacer de manera precipitada para poder quitarse ese sufrimiento de encima. Es así como muchos lo expresan. Entonces la vida se vuelve una vorágine de actos que solo angustian aún más al sujeto sin resolver o comprender lo que le sucede. Lo interesante es que como no hay tiempo, no hay sujeto. Es que el sujeto es allí cuando hay tiempo y espacio para poder pensarse. Me refiero a que si uno siente que no tiene tiempo de estar en un lugar es porque no se permite habitar el espacio en el que se encuentra. Entonces lo que invade es la sensación de quedar atrapado, varado o merced de las circunstancias como un objeto cualquiera. Es por ello que considero que si uno siente que no soporta el espacio que habita, que el tiempo es escaso con la necesidad de precipitarse al acto y el sufrimiento lo desborda es importante consultar con un profesional de la salud y sostener un espacio de comprensión donde la pausa nos ayude a pensar esa ruptura con el mundo. Algunas posibles urgencias que puede vivenciar un sujeto, aunque no las únicas, intentos de suicidio, aislamiento, inhibición, ataques de pánico, consumos problemáticos, víctima de violencia, depresión aguda, alucinaciones, actos peligros para sí o terceros. Repito: cada sujeto tiene sus propios tiempos, por lo que la urgencia psicológica es subjetiva en cada uno que habita un cuerpo y espacio diferente.
Lic. karen Rodriguez /Mat. 3555/
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Foto: Pablo Picasso: Guernica. 1937. Óleo sobre lienzo. 349,3 x 776,6 cm. Museo Reina Sofía, Madrid
