UNA DEUDA CON EL DESARROLLO DE MENDOZA

EL grupo de empresarios y profesionales para el desarrollo de Mendoza (GEPS) elaboró un diagnóstico sobre la situación económica y financiera de la provincia.

El presidente de GEPS, Juan Manuel Gispert, nos dice: “Desde GEPS estudiamos las causas del estancamiento económico de Mendoza ya que la provincia arrastra años de destrucción de capital y reducción significativa de la cantidad de empresas. Entre el año 2018 y el 2019 cerraron más de 1200 empresas en la provincia.”

Diagnóstico sobre la Situación Económica y Financiera de la Provincia de Mendoza Una Deuda con el desarrollo de Mendoza

  •  Desde hace ya más de un lustro que la Provincia de Mendoza se encuentra sumida en una profunda crisis económica que atenta contra su crecimiento y desarrollo. Según los datos oficiales de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), dependiente del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía del Gobierno de Mendoza; durante el período 2016-2019 el Producto Bruto Geográfico (PBG) cayó alrededor del 5,6%. Si bien en los años previos (2010-2015) Mendoza se encontraba en terreno positivo de crecimiento de su PBG, ya se observaban algunos signos de ralentización en las tendencias de expansión de su economía.
  • Queda claro que, sin contemplar los efectos adversos producidos por la pandemia del COVID-19, la Provincia de Mendoza venía presentando en los últimos años un fuerte decrecimiento económico. La crisis mundial desatada por el Coronavirus no hizo más que agravar esta dinámica.
    Incluso antes de la pandemia, la economía local arrastraba años de destrucción de capital y reducción significativa de la cantidad de empresas. Dicho fenómeno se profundizó a partir de 2016. Entre el año 2018 y el 2019 cerraron más de 1200 empresas en la provincia. Se observa con preocupación que ningún sector económico muestra signos de dinamismo sostenido para apuntalar la recuperación.
  •  Los sectores más afectados fueron el comercial y el de servicios. El 25% de los cierres corresponden al primero y el 41% corresponde al segundo respectivamente.
  • Si bien dicha situación responde a fenómenos multicausales, entre ellas, el arrastre de la crisis macroeconómica nacional desencadenada hacia principios de 2018, se observa con preocupación que uno de los factores desencadenantes locales, fue el fuerte endeudamiento público que se impulsó a partir de 2016. Si bien, históricamente la economía local es dependiente de las políticas y el modelo económico nacional, el acompañamiento provincial al modelo financiero y de endeudamiento, no hizo más que expandir los efectos negativos de la crisis sobre la provincia. Desde entonces, la Deuda Pública se ha convertido en una de las mayores trabas para el desarrollo de Mendoza.
  • El aumento exorbitante de la Deuda Pública no se vio plasmado en un crecimiento de la capacidad productiva provincial que permitiera generar la capacidad de repago para financiar dicha deuda, pero en cambio sí trajo aparejado el consecuente aumento de la carga de los Servicios de la Deuda Pública (intereses y amortización)
  •  El gasto público en concepto de Pago de Intereses de la Deuda Pública aumentó por encima del resto de partidas de erogaciones vinculadas a la economía real (trabajo público, salud, educación, etc). Esta reorientación del gasto público a gasto financiero improductivo trajo aparejado un altísimo “costo de oportunidad” para el Estado provincial al abandonar éste su rol protagónico en diversas áreas estratégicas, como así también la consecuente disminución en la recaudación tributaria por el achicamiento de la economía provincial.
  • Naturalmente la crisis financiera del sector público se tradujo luego en una crisis económica y social. La crisis de deuda pública se vio también reflejada en la crisis productiva y comercial del sector privado. Esto representa para el sector privado una perspectiva futura negativa sobre cuál es el “espacio fiscal” para la recuperación económica con un Estado altamente endeudado. El “costo de oportunidad” del crédito público significa también una indefectible reducción del crédito al sector privado para la reactivación, especialmente en la provincia de Mendoza, donde las herramientas de crédito son claramente limitadas.
  • Desde 2015 hasta la fecha la deuda pública per cápita empresarial se ha multiplicado por 6. Si contemplamos que el Estado provincial para afrontar dicha deuda obtiene los recursos de la economía real, es decir las empresas y las familias, a través de la recaudación impositiva; podemos afirmar que el problema de la deuda pública se ha transformado en un problema también para el sector privado.
  • Acabar con el “apalancamiento negativo” y transformar la “deuda dañina” en una “deuda sostenible” se ha transformado en un imperativo no sólo para el sector público, sino también para el sector privado y la sociedad mendocina en general.

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