PÓLITICA Y ROCK NACIONAL: ARDE CHILE

 

Envuelto en clamor musical, el pueblos chileno reclama sus derechos de una manera creativa. El resurgimiento de canciones que fueron íconos en la Dictadura de Pinochet    

Por Ana Rosich

 

“¿Por qué, por qué los ricos tienen derechos  a pasarlo tan bien si son tan imbéciles?

Por qué los Ricos, del álbum Pateando Piedras, Los Prisioneros, 1987.

 

El Rock Chileno tiene en un principio un comienzo impreciso. A principio de los años sesenta surge la Nueva Ola, un movimiento musical de gran popularidad  que emula a la música de Estados Unidos.

A fines de los sesenta el Rock empieza a tener características más contestatarias y rebeldes. Los jóvenes se dejan el pelo largo, usan ropa rara y la forma de cantar se vuelve agresiva, con sonidos estridentes dejando a la Nueva Ola como un estilo meloso y muy lejano de la rebeldía.

Surge, así  una propuesta de rock contracultural pero que aún no logra identidad propia.

Para grandes conocedores del Rock Nacional chileno este género musical comenzó con una canción que se llamó “La Muerte De Mi Hermano”

de una banda llamada los Mac s publicada en 1967.

Otras versiones señalan a 1970 como el año de surgimiento del Rock Nacional chileno cuando una agrupación de Valparaíso llamada Los Jaivas  presentan su primer long play El Volantín.

Este disco marca una nueva forma de hacer música de Rock auténticamente chilena mezcla de instrumentos y ritmos chilenos y latinoamericanos (con un fuerte componente andino), combinando el rock psicodélico y progresivos.

     

Tapa del primer disco de la banda. El Volantín

Los Jaivas, aún activos, se vuelven el grupo de Rock con Identidad Nacional más célebre de la historia. No sin controversias ya que fueron quienes le cantaron a Obama en su visita a Chile, llevándose algunos improperios de algunos grupos de izquierda del país.  Pero con ellos se abren los tiempos de El Canto Nuevo chileno.

Ese mismo año se hace el Festival Piedra Roja (del 10 al 12 de octubre), organizado por jóvenes de 15 a 19 años, evento de rock nacional juvenil que  mostró al rock chileno como una realidad efectiva digna de prestarle  atención.

La juventud se convierte en un segmento social  con identidad y experiencias  propias.

A partir de golpe militar que derroca al Presidente Salvador Allende, el 11 de setiembre de 1973, el rock nacional va a tener escasa difusión y nulo impacto en el país, limitándose a escenarios subterráneos y o al silencio. De modo que las agrupaciones más representativas sufren diversos destinos: Los Jaivas, emigran, Congreso cambia radicalmente su música y Los Blops se disuelven.

Entre rejas

…Once años después llegan ellos…

Los prisioneros

…Los prisioneros quienes en 1984 editan su primer disco La voz de los ochenta, se convirtieron en líderes de los escenarios musicales en Chile.

Con mensajes contestatarios, y muchas veces, con dificultades en sus actuaciones, aparecen en plena dictadura con tanto éxito que vuelve el interés al rock con modalidad de canción de protesta, desplazando por un tiempo a la movida del Canto Nuevo

Los escuchamos… con ese sonido tan ochentoso…

En estos días, en el parque O Higgins y cantaron su clásico…

“Tenemos que organizarnos… y delegar en gente buena, en gente noble y justa” dirá Claudio Narea el 27 de octubre

 

Que bailen los que sobran

En estos días hay una canción de la banda que  se ha convertido en uno de los emblemas de las manifestaciones populares y transversales que hemos visto. Más de un millón de personas marcharon el viernes en Santiago de Chile para exigir profundas reformas sociales y económicas. La marcha más grande desde la vuelta de la democracia en nuestro país hermano.

Para algunos es la canción más emblemática de la banda y una de las más populares de la música chilena de la década de los 80,  El Baile de los que sobran, canción que se edita en el 1986 en el  sencillo Pateando Piedras.

https://youtu.be/xBZVhegGjqc

 

Jorge Gonzalez, autor y vocalista de aquellos Prisioneros da cuenta de la amarga e injusta diferencia existente entre las clases sociales de la juventud chilena, incluso antes de que el tema de la mala distribución de los ingresos fuera un tema de debate en el país.

Lo interesante es que “El Baile De Los Que Sobran” volvió a ser cantada esta semana (33 años después) por distintas generaciones y clases sociales, que juntas reclamaban igualdad, dignidad… Un nuevo pacto social…

El derecho de vivir en paz…

Canción de Víctor Jara que pertenece al disco del mismo nombre (1971) y que, si bien fue escrita en repudio a la intervención de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, ha sido, en estos días, aggiornada y grabada por diferentes músicos chilenos, como un himno que refleja la situación del país.

Un dato de color: la canción original también es considerada como la apertura mental del Rock Chileno ya que aparece una guitarra distorsionada tipo Hendrix… un guiño al Rock.

Desde el cielo en do-re-mi

Otros recorridos hacen los hermanos Charles y Amaro Labra, los fundadores del grupo Sol y Lluvia que desde la comuna de San Joaquín, en los años 70 empiezan a hacer música con contenido político, influenciados por la nueva canción chilena y resistieron la dictadura militar.

 

En aquellos días oscuros popularizaron la canción “Adiós General”, una versión libre del tema de Jaime Roos “Adios Juventud” canción que hoy, en estos días oscuros reversionaron con el “Adiós Sebastián”

En la actualidad hay Chile ha explotado con el pop independiente y el rap. “ el paraíso del pop” dirá el diario El País, reconociendo a cantautores nuevos que han estado muy presentes en las demandas y luchas de estos días.

Ana Tijoux, la muy interesante rapera, grabó y video musical casero #cacerolazo

Camilia Moreno lideró las demandas de la Plaza Ñuñoa, hace una semana, dejando claro que esto no es una guerra, es una manifestación del pueblo valiente que se ha organizado, instando a no permitir que se repitan los acontecimientos previos a la dictadura y señalando a quienes han puesto a los militares en la calle, el gobierno.

Manuel García en el Parque O Higgins

Los millennials también tuvieron su voz

Y la glamorosa Mon Laferte quien vive actualmente en México y viajó a Chile a participar de las demandas de sus coterráneos, cantando una canción de la Violeta Parra, La Carta.

Entre tanta violencia, muerte, fuego, tanques hidrantes, abusos del estado… todo Chile salió a la calle a  y se llenó de música

Y este era el viaje

Así rueda la máquina del tiempo

Todo es muy triste

Todo es alegre

A veces estoy vivo

A veces estoy muerto

Pero nunca dejo de cantar

La poesía es lo que queda flotando en el inmenso mar

Después del naufragio

La canción es lo que queda y lo que nos salva

 a todos de no ser más que la sombra de un sueño…


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