EN MENDOZA A LA DERECHA ESTA EL ACONCAGUA

En Mendoza los tres candidatos que se mostraron triunfantes y festejaron las primeras posiciones de votos a su favor representan lo que se conoce como “la nueva derecha”. Como llegamos y como se compone esta época política local con articulaciones nacionales y globales

La noche del 11 de junio en Mendoza dejó una postal que despertó preguntas sobre cuál es la evolución política e ideológica de una sociedad que parece transcurrir en un proceso de cambio. Los tres candidatos que se mostraron triunfantes y festejaron las primeras posiciones de votos a su favor representan lo que se conoce como “la nueva derecha”. Por eso aquí intentaremos ver si esto responde a un cambio societal de pensamiento o de opiniones mayoritarias en la sociedad. Los discursos triunfantes contienen ideas que pueden asociarse a los conceptos que rondan estas posiciones. El alineamiento global con el capital concentrado transnacional, el ajuste fiscal por vía del ajuste social, los discursos punitivistas para con el delito de las clases bajas, el conservadurismo cultural, la demonización, estigmatización y represión de los sectores populares organizados; son algunos de los tópicos reconocibles en estos nuevos actores sociales dominantes.

Cabe con justeza aquí, el reclamo sobre el uso de las categorías “izquierda o derecha”, que son importadas y no reflejan con precisión la verdadera contradicción de un país periférico y dominado, la disputa real del pueblo sería por ganar en soberanía democrática que eleve el bienestar de todos, versus  aquellos que intentan conservar e incluso profundizar la dependencia y la extranjerización de la riqueza nacional y el trabajo de todos, elevando los niveles de pobreza para servirse del pueblo. Hecha esta aclaración, podemos reubicar el término “derecha” de una lado y a “izquierda” del otro, a los fines de un mejor entendimiento. 

Lo cierto es que en Mendoza, entre quienes deciden votar por alguna fuerza o candidato (solo el 55 %, el 45 % restante no va o vota blanco) lo hacen apoyando estas ideas. 

Desde lo político, la discusión o el debate público que influye en las decisiones del electorado, está copado por estas ideas y se traduce en ejemplos muy concretos. Los tres mosqueteros de la derechización lo muestran: Cornejo y su poco inocente propuesta de la secesión mendocina, De Marchi proponiendo una nueva independencia a partir de la eliminación del adversario político (el peronismo), y Petri el experto en regular la seguridad de la sociedad profundizando el castigo en las cárceles. Vemos un  uso del otro negativo, la polarización extrema; aparece el culpable del malestar que está en algún lugar de la sociedad situada en el otro extremo. Esta construcción de un mapa agrietado por un abismo donde se expande el odio, se ha capilarizado a todos los rincones de la sociedad y forma parte del terreno cultural en su concepción más amplia del término. El imaginario sostiene un lado y otro de la grieta ¿De qué lado estás? es la pregunta omnisciente que habita esa disputa. El higienismo social en lo urbano, se amplía a los social (el preso, el delincuente pobre), a lo político con la “ficha limpia”, todo esto en la superficie de un sustrato con:  dirigentes peronistas condenados y causas judiciales para gremialistas de todo los colores, persecución a movimientos sociales por construir viviendas y criminalización de la protesta social. Lo limpio y lo otro. Escenografía armada.

Mucho de lo que se pelea está en torno al estado. No es igual decir “poner una bomba en el banco central” que decir que se prefiere un estado eficiente a uno  presente , como una candidata del sur sostiene;  pero significan lo mismo. El retiro del estado social hacia vaya saber qué o hacia la inexistencia del mismo; y el ahorro resultante para pagar deuda, Los servicios públicos educativos, de salud., seguridad… bien gracias . Esa te la debo diría Macri . Liberar las fuerzas de los patrones y exprimir el trabajo. Concentrar más el capital armando la infraestructura para extraer los recursos naturales. La discusión por la matriz productiva mendocina está saldada para la derecha mendocina. El problema es que ni eso pueden hacer, se profundiza la caída socioeconómica de los más débiles  y la violencia de la exclusión explota cotidianamente. 

Pero si el deterioro social es tan evidente y sobre todo tan doloroso para una sociedad golpeada ya por crisis anteriores, ¿por qué estas ideas construyen su consenso sobre los sectores más golpeados y castigados? Para avanzar en una comprensión de esto no podemos eludir  la ligazón entre el discurso punitivista del orden que esgrimen estos sectores políticos, y el hecho de que la violencia de la inseguridad impacta en los sectores populares más que en ningún otro. Las alarmas , la iluminación, la seguridad privada y la escasa prevención policial están circunscritas a ciertos hábitat urbanos donde pueden pagarlos; en el resto la violencia pega con todo. Ademàs, la sensaciones que produce el delito son más intensas entre quienes pagan un celular en 18 cuotas, que entre quienes reponen inmediatamente lo robado. Eso genera bronca, resentimiento emotivo. Sobre esas pasiones se asienta el discurso punitivista  A pesar del dolor progresista de  las almas puras y bien pensantes, los sectores bajos de la sociedad se han derechizado, como sostiene Mayra Arenas.

A esta altura es útil buscar un marco de época en cuanto a las subjetividades que somos como  pueblo, es imposible avanzar aquí si no vemos que esto se produce en un contexto de disgregación política y social y corrimientos hacia una especie de autogestión propia, en una ética brotada de una moral individual, competitiva, de hiper exigencias constantes, de redes sociales llenas de mercancías (nosotros) que se muestran para el me gusta. La mirada social  nos premia o castiga según tu desempeño . Esa idea tan antisocial es la que se esconde detrás de todo el dispositivo . Vivimos en “sociedades” que hacen “contratos” entre las personas para tolerarse. No vivimos en común , menos en como una unidad , en una comunidad. La sociedad se ha convertido en un mercado de capitales. Quienes mejor expresan esa manera de vivir, serán escuchados y seguidos como en Hamelin, por el camino de la solitaria e insolidaria meritocracia. 

 ¿Dónde están los viejos lazos societales que se reproducían una y otra vez bajo diversas formas macro  y microsociedades solidarias, gremiales , enlazadas por causas altruistas o por el solo placer de compartir la vida? Los espacios colectivos se estrechan, a las causas colectivas les pasa lo mismo, quizá como resultado de esta tremenda operación a escala global que en muchos aspectos comunes que tiene esta “nueva derecha”. La derrota cultural e institucional de los proyectos comunes que se desplegaron en el siglo pasado es un hecho. Saber cuando terminará, dependerá  de la dinámica de la nueva formación resistente que está cocinándose por debajo de la superficie ideológica dominante; y que nutrida del sustrato de la vida excluida y deteriorada; podrá generar un hipotético regreso de las ideas del bienestar común y para todos.

Por momentos es tal la retirada de las preferencias electorales de los proyectos más cercanos a los intereses del pueblo que esta hegemonía neoconservadora y neoliberal debe crear su  propia “izquierda”. Los ejemplos de Larreta, De Marchi y los verdes que fungen de “palomas” moderadas cuando balbucean frases sobre los intereses populares llegan  a contener cualquier inquietud bien pensante que demande el público. Son fracciones en las que se dividen para disfrazar la contienda de fondo, un animal  bicéfalo que no duda en su dirección pero si es ambiguo en su apariencia y así gana  el espectro institucional de decisión luego de las elecciones, con votos y presupuestos  para halcones y palomas.  

   

Como vemos el proceso político ideológico se desarrolla desde la construcción de los sentidos comunes, no podría ser de otra manera en la era del conocimiento. El conocimiento es poder en términos de lo que se conoce, de cómo el mundo y la realidad se presentan ante los ojos de la persona que crece en una sociedad mediatizada, por los que contienen esos saberes y los muestran , los medios. Más medios que nunca ya que mediatizan los mensajes, no circula todo con la misma intensidad como el sueño democrático de internet prometió. Las corporaciones hacen circular los mensajes que las favorecen y claro que solo apuntan a conservar los intereses de la élites que los forman. El avance de la comunicación privada sobre la estatal fue una de las principales batallas ganadas por la derecha. Entonces sobrevino el  lawfare, fake news, mentiras repetidas y verdades a medias y parcializadas por estos intereses, son el contenido oculto de la currícula que aprendemos todos los días, desde niños y por las pantallas.

Un libreto recorre el mundo occidental al menos: Los que persiguen esos fantasmas del pasado de la solidaridad , la justicia social, o la soberanía de los pueblos;  solo son perversos socialistas que vienen “por la nuestra” encima para “mantener vagos”. Desde ese relato se construye la derechización.  . . una tremenda operación cultural se ha montado sobre las clases medias y bajas que lograron en algun momento algunas parcelas cerca del paraíso y ahora solo añoran que nadie ponga en riesgo esas aspiraciones y menos si es, oscuro, negro inmigrante o villero o simplemente pobre.

Como vemos el basamento de esta sistemática acción de formación de ideas, está sustentado en  el desplazamiento de los pensamientos y argumentos o comprensiones de la realidad, hacia sensaciones y emociones básicas: miedo, bronca, odio, egoísmo de bienestar individual. Lo que sucede es que se ubican los debates y las opiniones (por agentes mediáticos de sobrada calidad en esto de bajar línea explícita e implícita), donde las emociones activan el dispositivo de defensa , que conserva  lo que está en peligro, lo que está acechado por el otro social y/o político. Aparece un Petri que  pivotea sobre bajar la edad de la pena, para encarcelar a los niños desde niños; es la promesa, falsa, de erradicar la amenaza desde el origen, antes que ataque a “los nuestros”. Es un dispositivo de psicología social conductiva muy bien estudiado y desplegado., que luego será completado con una batería mediática de hadas madrinas y campañas de colores en redes que angelizen  estos verdaderos portadores del medievalismo moderno.    

Aplíquese este simple marco de visión a espacios regionales diversos y podrá observar muchas de estas prácticas, que van reproduciendo y alimentando a “la cosa derecha” que se expande flexible  y amorfamente también con  palos, balas  y/o persecución simbólica, económica para los que resisten. Jujuy con su cierre de derechos para extraer la riqueza  y  la represión y  estigmatización de la resistencia de los pueblos originarios, docentes, estatales y jóvenes periféricos. En las elecciones de España la agenda fue la seguridad antiterrorista, el fraude institucional y pares opuestos como Libertad o  Comunismo, simplificaciones del tipo “nos matan a impuestos” suena parecido no?. Seguramente el futuro próximo en Mendoza adoptará sus propias formas, de seguir en esta senda los episodios de violencia política y las microviolencias sociales seguirán estallando como “bombas pequeñitas” en cualquier barrio. El discurso del orden que surge del odio necesita del miedo, come del miedo.  

¿Y la democracia social que supimos conseguir? sin duda cruje. Las ausencias electorales (blancos, nulos , ausentes) tensan el sistema hasta hacerlo parecer una máscara o un armazón que sostiene lo que se derrumba. La resignación a que el voto nada cambia de lo importante,  es caldo para la aparición de marionetas bien armadas que atraen el voto antisistema, que ni siquiera conoce las propuestas de los emergentes; como Milei, vaya el ejemplo clásico ya de esto. 

Han triunfado estas ideas, esos dioses se impusieron en esta etapa. Pero, nada está quieto, deberá saber quién no se resigne. Menos la historia. Lo que si enseñan los errores de este lado es que  pelear sin creencias comunes, solidarias y justas, es inútil. Los principios y valores que fueron derrotados deberán reconstruirse con la  magia de los saberes populares, ancestrales; que batallan desde el fondo de los tiempos contra “los dueños de la palabra y de todas las cosas” según Walsh.  

 

Por Rodrigo Aguilar

 

2 thoughts on “EN MENDOZA A LA DERECHA ESTA EL ACONCAGUA

  1. Realmente muy interesante. Lo que se veía en el conurbano respecto a los amplios sectores populares votando a Milei se repite en todos el territorio de nuestra provincia. Es un fenómeno interesante pero estoy convencido que tenemos que encontrar las herramientas adecuadas para modificarlo.

  2. Hamelin interpreto que es por el flautista, que luego de hacer el el trabajo sucio es estafado por el rey Cole, luego toma venganza llevándose con el mismo modus operandi, a los niños. A modo referencial, digo otras de las connotaciones que estimo validas sobre la ciudad Hamelin de Alemania. Es la ciudad donde fueron condenados en el juicio de Bergen-Belsen por crímenes contra la humanidad los nazis que luego fueron ejecutados. Pos segunda guerra mundial.

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