EL PERRO SE MUERDE LA COLA

Conflicto docente y estatal en Mendoza

En Mendoza hoy estamos atravesados por lo que se ha constituido como un auténtico temblor del sistema político y social en la provincia; nos referimos a la lucha de los trabajadores docentes y estatales por una mejora en el sueldo que intente recuperar el poder adquisitivo perdido del salario. Una situación  compleja, que no parece tener hoy puerta de salida. Esta semana vamos por el tercer día de paro docente de 3 días de paro en las escuelas mendocinas, algo que no pasaba  hace mucho tiempo.

Este conflicto que incluye también, con sus matices, al resto de los sectores estatales; ha escalado y ha sumado a sectores sociales no organizados política ni gremialmente, como los padres y madres de los alumnos y diversos actores de la sociedad civil y política. Aquí cabe dar el mérito al dialogo que los sectores sindicales entablaron con la sociedad, pero no podemos dejar de ver que se expresa una sensación generalizada de cansancio social frente a una gestión provincial que tiende a replegarse, aislarse en sus argumentos y fundamentalmente a “ahorrar” recursos a costa de las necesidades más básicas del pueblo mendocino. .
Cabe una referencia histórica a las maestras mendocinas, obviamente los maestros incluidos; pero gráficamente otra vez las maestras mendocinas han hecho saltar la térmica en la aparente Mendoza adormecida. Solamente hay que recorrer los nombres de Florencia Fosatti, Marcos Garcetti, Gustavo Maure y otros actores importantes en la lucha social mendocina en el siglo pasado y en el actual, y eran dirigentes de las famosas maestras mendocinas. La movilización docente siempre ha sido importante aquí en Cuyo.

Un cóctel explosivo se ha conjugado como en toda crisis que se precie de tal. Una inflación galopante, el atraso salarial mendocino, reconocido por el ex gobernador Cornejo, que dice que tenemos los sueldos más bajos del país.
Esto se combinó con la llegada a la conducción del sindicato docente (SUTE), de un recambio sindical político que demuestra una fuerte impronta territorial, que se suma una buena comunicación con la sociedad, defendiendo la figura docente frente a los torpes ataques del establishment político-mediático que, pauta mediante, ofrece frases e ideas propias de un orden neoconservador liberal con tintes represivos, antes que una comprensión ajustada de la realidad.  

Frente a este shock que fue la movilización gigantesca que de la semana pasada, el gobierno provincial decidió culpar a los otros: primero dice son problemas económicos;  entonces la culpa es de la inflación nacional;  y ahora la nueva estrategia del Gobierno provincial: con el agua al cuello, ahora el problema es político y dice que el sindicato es kirchnerista, pareciéndose a Carrió y compañía en algún panel televisivo, más que a un gobierno responsable y sensible a las carencias de los propios.

El problema es más grande y serio que estas culpas repartidas, allá por 2015, debido a la crisis interna del peronismo gobernante de Paco Pérez y Cristina Fernández de Kirchner, el presupuesto provincial quedó muy debilitado y llegó Pérez boqueando aire, pagando salarios y proveedores estatales tarde. Es justo mencionar que el radicalismo quitó todo apoyo al gobierno provincial acelerando los problemas. Pero asumido Cornejo, decidió acudir al método Macri de solucionar el problema: endeudarse en dólares.  600 millones de dólares tomó a principios de 2016 el gobierno provincial. Al mismo tiempo, bajo el discurso del orden, comenzó una desinversión en salud, seguridad y educación nunca vista, mediante la caída de esos gastos y el salario estatal en la porción presupuestaria que les corresponde.
¿Pero y la plata de la deuda? El Centro de Estudios de la CTA mendocina CISME en un reciente informe nos dice que el superávit corriente del estado mendocino crece año a año, llegando a casi 32.000 millones de pesos en 2021. O sea, le ingresa más de lo que gasta, como si fuera un ahorro.  Pero al mismo tiempo revela que el crecimiento del gasto financiero, es decir pagar deuda y refinanciarla, alcanzó un aumento del 1500 % que señala.

Así nos explicamos que “ahorran” en sueldos de docentes y médicos, para gastarlo en pagar deudas e intereses que exige el mercado financiero. Esta autentica bicicleta del subdesarrollo popular y desarrollo de las élites financieras se dio incluso en el contexto de la pandemia, caída de la actividad económica, inflación, economía cerrada, etcétera, etcétera.

A esta altura es importante recordar que el neoliberalismo comprado por la dirigencia radical, comprende que el salario es un gasto, por lo tanto, sería lógico bajar ese gasto para ordenar cuentas y productividad social. Aquí es donde el perro se muerde la cola, porque esta idea solo lleva a frenar la actividad económica provincial. Un trabajador estatal gasta casi íntegramente su sueldo en el mercado local, y si su salario se achica, se contraen sus gastos y eso hace más chica la actividad y por tanto la recaudación local (municipal y provincial) cae. Por esto Mendoza esta peor que el resto de las provincias en cuanto a generación de empleo y nivel de ingresos asalariados.

Como decía el científico, mismas ideas traen mismos resultados y el perro seguirá buscando su cola sin poder alcanzarla, pero mareándose cada vez más al mirarse a si mismo y no una realidad que le exige comprensión, compromiso y acción con un pueblo que esta un poco hastiado de ver como su vida se desordena más y más.

Es imposible dejar pasar la criminalización de la protesta como respuesta casi atolondrada; solo se incrementa la adhesión social al reclamo estatal. Cuando cualquier madre mendocina ve que la “seño” de sus hijas, es abordada por la policía para controlar vaya uno a saber que cosa.   O en vez de armar la mesa paritaria que destrabe el conflicto arman cárcel para los secretarios gremiales.  

El pueblo parece despertar de una larga siesta a la mendocina, ¿estará a la altura la dirigencia política?

Rodrigo Aguilar 

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