Eric Calcagno, ex diplomático y sociólogo, ofreció un contundente análisis histórico y político en el programa “Charlas Desde el Sur” de Zona Crítica Cuyo, conducido por Gustavo Torres Roggerone .
El ex legislador delineó cómo Argentina pasó de un proyecto industrial a un “negocio financiero” a partir de 1976, advirtiendo que el modelo actual es insostenible y su caída es inevitable.
De la Fábrica a la ‘Timba’: El Nacimiento de la Oligarquía Financiera
Calcagno sitúa el origen de la decadencia argentina en el Golpe de Estado de 1976, cuyo objetivo primario fue “reventar un proyecto industrializador” que daba demasiado poder a obreros y sindicatos.
La nueva élite que se impuso no era principalmente terrateniente, sino una “oligarquía financiera” cuyo modelo, aunque global, buscó establecer una Argentina basada en la “valorización financiera”. Este concepto convirtió el control de la inflación (un mero instrumento) en el objetivo central, escamoteando fines reales como la soberanía, la justicia social y el desarrollo industrial.
La política de la dictadura, a partir de Martínez de Hoz, se basó en:
- Endeudamiento externo.
- Venta de activos nacionales.
- Altas tasas de interés y dólar barato, generando la “bicicleta financiera”.
“Lo que habíamos pensado durante años, como desarrollar, hacer aviones, trenes, autos, ahora no vamos a fabricar nada, vamos a ‘timbear’,” señaló Torres Roggerone, a lo que Calcagno asintió.
El resultado de este giro fue catastrófico para el tejido social: la pobreza saltó del 4% en 1975 al 35% en 1983.
“La valorización financiera es ese fenómeno que se da cuando el combate de la inflación que es un instrumento, se toma como un objetivo.”
La Ley Real y la “Domesticación” de la Política
El sociólogo subrayó que el problema estructural va más allá de la Ley de Entidades Financieras, próxima a cumplir 50 años, sino que lo que cambió es la “constitución real de la Argentina”. Esto se observa en regímenes de distintos signos ideológicos (la dictadura, los ’90, Macri y el actual DNU de Milei), que comparten el objetivo de establecer un negocio financiero donde las pérdidas son socializadas y los beneficios privatizados y fugables.
Calcagno sostuvo que las tres preguntas esenciales de la economía —quién produce la riqueza, quién se la apropia y qué hace con ella— son respondidas por la política, no por el mercado. Si el excedente se fuga, el país se descapitaliza.
El experto abordó la “domesticación” del peronismo, fuerza que puede ser “el hecho maldito del país burgués” o, como en los ’90, “el hecho burgués del país maldito”. Advirtió que la política ha sido “inutilizada” tanto como herramienta de transformación como de dominación, dejando un vacío que es funcional al poder económico, al igual que un “periodismo de validación” que “define, valida o castiga”.
La Justicia también fue señalada como un pilar fundamental del statu quo. “La administración de justicia es una función y la justicia es un valor. Poner en práctica ese valor… es lo que permite ir desenmascarando esta farsa,” afirmó.
“El producto per cápita hoy es el mismo producto que el de 1975. No hemos crecido, la Argentina se detuvo en ese momento.”
El Destino Latinoamericano y la Tercera Posición Global
Frente al profundo colonialismo que implica el endeudamiento, Calcagno propone recuperar las raíces del pensamiento nacional, siendo el latinoamericanismo su horizonte natural. “Argentina es la patria chica, la patria grande es Latinoamérica,” dijo, citando el pensamiento de Perón y la gesta de San Martín.
En el contexto global, el sociólogo ve en los BRICS la “Tercera Posición, pero corporizada”. A diferencia del Movimiento de Países No Alineados, esta nueva alianza representa una parte sustancial del producto mundial y tiene una apuesta industrial que subordina al sector financiero.
“La guerra que hoy se libra en el mundo es una guerra entre los occidentes, que tiene una apuesta por el sector financiero, por sobre el sector industrial, y los BRICS que tienen una apuesta industrial.”
Para Calcagno, la máxima china de que “la política conduce a la economía” es esencialmente peronismo. Señaló que Estados Unidos sólo “prepotea a los que se dejan prepotear” en América Latina, mientras que la falta de sustentabilidad del modelo financiero argentino obliga al régimen de turno (como el de Milei) a buscar apoyo externo en EE. UU., Reino Unido o Israel.
“Si el peronismo no está listo para gobernar, no es peronismo.”
Romper la Inercia: La Oportunidad del Derrumbe
El sociólogo se mostró optimista, ya que el sistema actual “no se sostiene en el tiempo”. La pregunta no es si el régimen de Milei puede continuar, sino “cuándo se cae, cómo se cae, y qué es lo que viene después”.
Para romper la inercia, Calcagno propone dos acciones clave:
- Enfocarse en las Necesidades: Los planes actuales se concentran en salvar a un puñado de especuladores de la City o a los compradores de bienes de lujo, ignorando las necesidades del resto de la sociedad.
- Proponer un Proyecto Nacional Creíble: Es necesario encarar reformas de fondo que toquen la propiedad de la oligarquía (algo que históricamente ha generado represalias contra figuras como Boudou o De Vido), incluyendo una nueva Constitución “más inspirada en la del 49 que en la del 94“.
Finalmente, el sociólogo recalcó la importancia de la batalla cultural a través de la cultura popular (clubes de barrio, iglesias) y la subordinación del sistema financiero a la producción y a la política, utilizando el Estado como limitador del libre mercado, tal como propuso Arturo Sampay. El destino de Argentina, concluyó, es de cambio, y el peronismo debe estar listo para asumirlo.