REESCRIBIENDO CITIZEN KANE

Ficha Mank:

Se puede ver en: Netflix

Año 2020. Duración 132 min. País Estados Unidos Estados Unidos.

Dirección David Fincher. Guion Jack Fincher. Música Trent Reznor, Atticus Ross. Fotografía Erik Messerschmidt (B&W). Reparto Gary Oldman, Amanda Seyfried, Arliss Howard, Charles Dance, Tom Burke, Lily Collins, Tuppence Middleton

Productora Netflix

Género Drama. Comedia | Biográfico. Años 30. Años 40. Cine dentro del cine

Por Javier Ozollo

 

Si hay algo que gusta a un cinéfilo es una película sobre el “cómo se hizo” otra película.

Mank de David Fincher (con guion de su padre) estrenada recientemente por Netflix, se sumerge en el backstage de un film memorable: Citizen Kane. Seguramente no es la mejor película del notable Fincher (El club de la pelea, El curioso caso de Benjamin Button, La red social o El juego), pero es ideal para los que gustan de los films con buen relato, excelente fotografía y actuaciones sobresalientes.

La película sigue el conflictivo proceso de la confección del guion de Citizen Kane por parte de uno de los guionistas que llevó el crédito de su escritura y por el cual recibió, compartido con el propio Orson Welles, el único Oscar de la película en 1941: Herman Mankiewicz.

Escritor de varios guiones del cine estadounidense de los ‘30, Mankiewicz, a quien apodaban Mank, fue un personaje muy propio de esa convulsionada década post crisis de Wall Street. Hermano mayor del gran director Joe Mankiewicz (entre otras la multinominada: Eva al desnudo), de personalidad tortuosa, alcohólico y profundamente talentoso, Mank es contratado por Wells para que escriba el guion de su próxima película. Este es el punto real del inicio de la ficción estrenada en Netflix.

Filmada en blanco y negro y al estilo de la propia película de la cual cuenta su entretelón, Mank se sumerge rápidamente en la personalidad del personaje y en la política.

Gary Oldman y David Fincher

Sin dudas recrea fielmente el proceso de restauración de los Estados Unidos post crisis de 1929, pero es también una mirada a la propia industria cinematográfica. Lo mejor de Fincher, sin dudas, está en la crítica ácida que el protagonista realiza sobre las políticas de los grandes estudios americanos. El retrato de un insensible Louis Mayer, uno de los dueños de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), es maravilloso y de una actualidad sorprendente. Meyer pidiendo a sus empleados que acepten reducir sus sueldos con lágrimas en los ojos, que luego se vuelven “de cocodrilo” cuando el personaje se da vuelta y le pregunta a su asistente sí estuvo bien, es de lo mejor de la cinta. También la caracterización de William Hearts el verdadero ciudadano Kane, retratado crudamente en un excelente monólogo de Mank-Oldman completamente ebrio es también un punto sobresaliente. Mank, muestra el inicio de las primeras fake news cuando uno de los gerentes de la industria ayuda al candidato conservador, filmando entrevistas fraguadas a personas presuntamente comunes, que atacan al candidato socialista. Finalmente el contrapunto Mank vs Welles por los créditos, redondea la crítica al Hollywood de los 30 y de todos los tiempos. El poder económico y político (Hearts) detrás de una industria que tiene “sólo” como objetivo divertir (Mayer), merece una análisis más profundo sobre el papel del cine como aparato de inculcación ideológica que fortalece la reproducción del capitalismo.

En síntesis, brillante actuación de Gary Oldman, quizás el punto más alto de su carrera en una película de lo mejor que ha producido este maldito año pandémico pero muy lejos de la estatura de su director. Recomendable hasta por ahí, aunque seguramente la disfrutará más el cinéfilo empedernido.

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